martes, 18 de agosto de 2009
Y sin pensarlo ni un segundo buscó en su bolso entre cajetillas de Marlboro Light vacías y pastillas de Ibufren caducadas las llaves de su Clase A, sabía que tenía poco tiempo antes de que le alcanzara y entonces si que no tendría escapatoria. No alcanzaba con el tacto ese llavero que compró en Harrods como regalo de su escapada en Londres la pasada navidad en aquel viejo hotel de Bayswater. Ya no le daba tiempo, estaba sola en la calle, pasara lo que pasara nadie la oiría y entonces nadie sabría lo que pasó, no tenía salida cuando la silueta se paró, y con una voz grave de hombre de unos 50 años le dijo:"No corras. no he venido a hacerte daño, eso ya lo harán ellos, solo vengo a avisarte de que no estás sola. No eres la única que lo vió, de hecho, no somos los únicos que lo sabemos. Existe un lugar en el que nos protegemos los que tenemos la desgracia de saberlo... porque créeme, ojalá no hubieras estado aquella tarde, ahora solo puedes sentir miedo."
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1 comentario:
Santi... me desconciertas!
Bueno espero que todo vaya genial y que el concierto en Cullera de este finde salga muy bien, a ver si nos podemos pasar!
Un beso :)
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